Tras conocer algunos pensamientos erróneos en las familias en torno al acoso escolar y ver los tipos de espectadores/as, hoy veremos por qué no lo cuentan.
Infografía en HD: Acoso Escolar ¿Por qué los espectadores/as no lo cuentan?
Los principales motivos para no contarlo son:
1 – El Miedo – Miedo a convertirse en una víctima, a que se haga más daño a la víctima, a que el resto del grupo sepa que lo ha contado y dejarlo fuera de el,… El miedo es una de las grandes herramientas de manipulación por parte de acosadores/as para conseguir que sus compañeros/as no cuenten lo que está pasando. Se aprovecha de ese miedo para continuar con el acoso.
2 – Falta de empatía – En muchos casos lo que ocurre es que el grupo de espectadores/as tienen bajísimos niveles de empatía, por lo que les es imposible ponerse en el lugar de la víctima y no les importa lo que le pueda ocurrir. Consideran que es la víctima quién debe defenderse y, si no lo hace, es culpa suya de que la situación perdure. Para ellos/as las víctimas son cobardes que no merecen ayuda.
3 – Etiqueta de «chivato/a» – En muchos casos usamos la etiqueta «chivato/a» cuando un niño o una niña cuenta algo que se considera no debe, y desde edades tempranas aprenden que es una etiqueta negativa. Cuando crecen esta sensación va en aumento y piensan que ser un chivato/a es merecedor de quedarse fuera del grupo, pues es alguien poco digno de confianza. Debemos desterrar esta etiqueta de nuestro vocabulario y hacerles entender que contar que alguien está sufriendo no es «chivarse», es cambiar la vida de alguien a mejor.
4 – La víctima no es su amiga – La víctima no forma parte de su grupo de amistades, o incluso es alguien que les cae mal, lo que no les motiva para ayudar. Piensan que si alguien en clase no tiene amigos/as «por algo será», incluso aunque sea alguien a quien realmente no conocen. Debemos hablar con ellos y ellas para demostrarles que ninguna víctima es culpable de sufrir maltrato, y aunque no forme parte de su grupo de amistades, merece ayuda y comprensión.
5 – El acosador/a es mi amigo/a – El acosador o acosadora pertenece a su grupo de amistades y temen perder esa amistad si cuentan algo o le reprochan su actitud. Incluso temen en convertirse en nuevas víctimas. Es vital que hablemos sobre la amistad con nuestros hijos e hijas y con nuestro alumnado. Un amigo no se pierde porque le digas que está haciendo algo mal, y menos aún se tiene miedo de que te pueda hacer daño si dices algo que no te gusta. Hay que reflexionar mucho con ellas y ellos sobre lo que es la lealtad, quién se lo merece y el sentido de la auténtica amistad.
6 – No saben qué hacer o piensan que no servirá de nada– en algunos casos algunos/as espectadores/as dicen que se lo han dicho a un profesor/a y no solo no se ha solucionado, sino que se ha contado quién se lo ha dicho y se han convertido, tal como temían, en víctimas. En otros consideran que no se ha hecho nada y que no sirve de nada contarlo. Los centros educativos deben tener una polítiva antibullying clara y efectiva que debe conocer el alumnado al completo. El protocolo de acoso escolar debe ponerse en marcha ante cualquier sospecha de acoso y no revelar nunca de quién viene esa sospecha o notificación, NUNCA se debe decir quién ha contado el caso a alumnado y familias. Si el alumnado no confía en el profesorado, no contarán nada. En el caso del hogar debemos preguntarles que tal en el aula y crear la confianza suficiente para que nos cuenten lo que ocurre en clase. Tanto familias como profesorado debemos ser un referente de confianza y seguridad a la hora de poder contar que se conoce un caso de acoso escolar.
Recopilación semanal: Acoso Escolar Vol. IV – El grupo de espectadores/as.
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