Hoy es Lunes de carnaval, pero no nos olvidamos de las necesidades de la infancia en niños y niñas de 1 a 3 años. Hoy nos centraremos en la expresión de sentimientos y el lenguaje.
El período de 1 a 3 años es un momento de grandes avances y aprendizaje, pero también de grandes frustraciones tanto para el niño o la niña, como para su familia.
Al año y medio su vocabulario va a depender, en gran medida, de la estimulación previa que haya tenido. Ya perciben cuando las personas que les cuidan están enfadados, tristes o alegres y pueden responder a esos sentimientos con diferentes comportamientos (abrazar cuando ve a alguien triste, aplaudir cuando alguien se ríe, etc). Paralelamente, buscan comunicarse con mayor eficacia, por eso sus limitaciones a la hora de hacerlo puede llevar a la frustración y a sufrir rabietas. Además, tiene dificultad para controlar sus emociones o aceptar un «no», por lo que la rabieta es una respuesta normal a ello. Estas rabietas crean malestar en las personas adultas que les cuidan, pero es el momento donde el acompañamiento y la comprensión es más necesario. Niños y niñas no quieren «fastidiar» ni «controlar» a su familia por medio de las rabietas, son respuestas explosivas ante la frustración que pueden sentir por diferentes situaciones (ya sean estas, desde la visión de una persona adulta, más o menos importante) y no se debe responder a estas rabietas con el azote o el cachete.
Durante este período les resulta difícil adaptarse a situaciones y/o personas nuevas en su vida, por ello los periodos de adaptación son necesarios.
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